LA AMABILIDAD NO PELEA CON NADIE

¿Haz escuchado la frase la educación no pelea con nadie? en Centromérica usamos esta frase para indicar que siempre debemos ser educados no importa con quién y estoy totalmente de acuerdo, porque la educación expresa quiénes somos, pero también cuando hablamos de amabilidad, como cristianos, debería ser un sello que nos identifica, por eso he aquí el cambio en esta nueva frase: «la amabilidad no pelea con nadie».

La amabilidad no debería estar sujeta solo a nuestras familias o a la gente que nos cae bien o peor aún, ser amables solo por conseguir algo o por algún interés egoísta.

La amabilidad es un reflejo de nuestro amor al prójimo, es un reflejo que Dios está en nuestro corazón, y de manera incondicional, como es Dios, nosotros buscamos también reflejar esa esencia espiritual, no por querer ser mejores ni demostrar nada a nadie, simplemente porque nuestra naturaleza ha cambiado cuando conocemos a Cristo, ya no somos los mismos, nuestros sentimientos y pensamientos se han transformado y si, definitivamente, es un reto ser amables cuando estamos pasando momentos de dolor, momentos difíciles o ser amables cuando no es recíproco.

Existe una mentalidad en el mundo actual que debemos evitar a toda costa y es hacer el bien a quien te haga el bien a ti, ser amables con quienes «se lo merezcan», dar si hay posibilidad de recibir algo a cambio. Al final todo gira alrededor del egoísmo e interés personal, pero alguien que dice ser seguidor de Cristo no puede pensar ni actuar de esa manera, simplemente porque Dios no es así y nosotros somos el reflejo del corazón de Dios en este mundo, aunque ésto implique un gran desafío. Si obedecemos a Dios, sin duda Él nos dará la capacidad de poder tener esa naturaleza amable y amorosa.

Lucas 6:32-36 (Nueva Versión Internacional) 32» ¿Qué mérito tienen ustedes al amar a quienes los aman? Aun los pecadores lo hacen así. 33 ¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así. 34 ¿Y qué mérito tienen ustedes al dar prestado a quienes pueden corresponderles? Aun los pecadores se prestan entre sí, esperando recibir el mismo trato. 35 ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados. 36 Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.

No es fácil ser amable y bondadoso, es decir hacer el bien, a personas desconocidas, que nos rechazan, que nos lastiman, que no viven de acuerdo con la voluntad de Dios, la decisión de practicar estas virtudes con todos los que nos rodean, es una decisión espiritual, que requiere morir a nosotros mismos y la motivación no debe ser si las personas se lo merecen o no, la motivación que nos enseña esta escritura es parecernos a nuestro Padre que es bondadoso. Cuando somos bondadosos y amables con otros, estamos practicando también la compasión.

Colosenses 3:12-12 (Dios Habla Hoy) 12 Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. 13 sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

Como parte del pueblo santo, es propio de los que hemos sido amados y escogidos para ser hijos de Dios, que tengamos los mismos sentimientos que nuestro Padre. La amabilidad y bondad son una muestra externa de los sentimientos que tenemos dentro de nosotros. ¿Hay algún sentimiento de amargura que no te permite ser amable? o ¿algún sentimiento de frustración, enojo, egoísmo, que no te permite ser bondadoso con otros? Todo lo que hacemos o dejamos de hacer sin duda refleja las necesidades espirituales que hay en nuestro corazón y eso es bueno, porque podemos llevar estas necesidades a Dios en oración, en el discipulado, en nuestros tiempos de estudio de la Biblia y ser transformados. Revestirnos de amabilidad y bondad nos prepara también para ejercer el perdón entre unos y otros.

Filipenses 4:4-5 (Nueva Versión Internacional)Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca.                            

Filipenses 4:4-5 (Dios Habla Hoy)Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca.

Una misma escritura en 2 versiones diferentes nos enseña lo relacionadas que están la amabilidad y la bondad y lo más importante aún, es que nos llama a que sea evidente, que todos nos conozcan como personas amables y bondadosas.

“No es suficiente sentir que somos amables y bondadosos, es necesario demostrarlo con los demás”.

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